lunes, 26 de noviembre de 2007

Agustín Marcos Galvanizados Futura Señora de Torx



Hoy te voy a contar la vida y milagros de este Santo Varón, Igor.

Agustín Marcos Galvanizados Futura Señora de Torx procedía de familia humilde por demás. Por demás y por gilipollas, porque los padres tenían un negocio de venta de callos de pies naturales que les producía pingües estipendios y se lo cedieron a Mario Conde a cambio de un bote de gomina.

Este Santo Varón nació en el momento más inoportuno para su madre pues estaba sufriendo de fuertes dolores de vientre. Su padre dormía plácidamente mientras sus hijos revoloteaban cual gráciles mariposas alrededor de su cama, que todos sabemos lo que ayuda el cariño de los hijos a conciliar el sueño, Igor. Eso, y 10mm. de morfina en vena, lo mejor para el sueño.

Precisamente esta circunstancia fue la que provocó el ser bautizado con este nombre singular, cuando su padre, despertado por fin tras oír los gritos de su mujer, que rompió aguas sobre él para hacerle partícipe de la feliz ocasión, en el éxtasis del momento proclamó a viva voz: "¡me cago en tus muertos!" razón por la cuál le llamaron
Agustín.

Agustín Marcos Galvanizados Futura Señora de Torx era trabajador como el que más. A la edad de cincuenta y tres añitos ya estaba buscando su primer empleo para no tener que depender de sus padres y aflojarles las pesadas cargas de la paternidad. Su madre tenía una ilusión: quería un hijo ferretero. Pero al ser china y no tener dientes, el hijo le entendió mal y se puso a buscar empleo como probador de instrumental en una peletería, cosa que consiguió con arduo esfuerzo, dejándose la piel en el proceso.

El mayor milagro de la historia de este Santo Varón, Igor, llegó en el momento en el que un día, después de salir de trabajar, se metió en una lavandería con el habitual propósito de lavarse las uñas de las manos. Allí conoció a un señor coincidente en sus propósitos y en su apellido: señor Torx.

No hubo lugar a más, Igor. Se tuvieron que casar.

¡Santo Varón, Igor, Santo Varón!

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